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BATALLA CAMPAL EN LA ARENA
Guerra abierta en pleno centro de Gijón. Un encuentro en el barrio de La Arena entre aficionados radicales del Sevilla y del Sporting derivó ayer por la tarde en una batalla campal con más de un centenar de implicados que se saldó con 13 personas heridas, casi todas ellas aficionados del Sevilla, un detenido y destrozos en varios vehículos y locales de la zona.
Los hechos tuvieron lugar en torno a las 18.30 horas en el cruce entre las calles de Manso y del Doctor Aquilino Hurlé. Según señalaron testigos presenciales «un grupo grande de ultras del Sevilla que venían en manada se encontraron aquí con otros del Sporting y empezaron a tirarse de todo. Había al menos cien personas». No parecía un encuentro fortuito, ya que los implicados en la multitudinaria pelea llevaban consigo todo tipo de objetos contundentes, desde palos, botellas y barras de hierro hasta bengalas y gruesos tornillos de casi 3 centímetros de diámetro. De hecho se especuló con la posibilidad de que los grupos se hubieran citado a través de internet e incluso de que los ultras sevillistas contaran con el apoyo de aficionados radicales del Deportivo de La Coruña.
La pelea se prolongó durante casi diez minutos hasta la llegada de las primeras patrullas y furgones de policía, momento en el que los implicados se dispersaron intentando huir del lugar. Cerca de 30 aficionados andaluces fueron interceptados en la calle de Aguado, a la altura del Muro, donde estuvieron retenidos durante más de media hora. Agentes de la Unidad de Intervención Policial les cachearon uno a uno en busca de armas y posteriormente les condujeron hasta El Molinón fuertemente vigilados, cortando durante varios minutos el tráfico por la avenida de Rufo García Rendueles en dirección al estadio.
Ambulancias repletas
Según informaron fuentes del Cuerpo Nacional de Policía, agentes de la Policía Local, que participó como fuerza de apoyo, detuvieron a dos de los implicados en los disturbios, que posteriormente fueron puestos a disposición de la Comisaría. Además se registraron trece heridos, doce de los cuales fueron trasladados a los hospitales de Jove y Cabueñes en cuatro ambulancias -alguna de ellas tuvo que viajar hasta con cinco contusionados a la vez-.
La práctica totalidad de los heridos atendidos fueron identificados como seguidores del Sevilla: F. S. O., de 27 años, con traumatismo craneal; A. M. D., de 17 años, con contusión en un ojo y pérdida de visión, que fue trasladado en estado grave al Hospital Central de Asturias; J. A. P. M., de 19 años, con posible fractura de clavícula; y J. L. G. M. (25 años), J. G. D. (22), D. H. G. (21), R. C. C. R. (27), D. R. S. (20), J. A. G. C. (31), J. M. H. (29) y J. L. L. F. (26), todos ellos con contusiones varias, incluida la pérdida de piezas dentales.
Los servicios sanitarios también trasladaron al hospital a F. S. M., una mujer de 41 años que se encontraba en el lugar de los hechos cuando se produjo la pelea y sufrió un desvanecimiento. Además en la calle Aguado fue atendido el propietario de la sidrería Nosti, que recibió un paraguazo de uno de los radicales sevillistas por impedirles la entrada a su establecimiento cuando huían de la policía. «Me enteré de la pelea porque vi que había humo en la calle Manso. cuando llegó la policía echaron a correr y los pararon aquí enfrente de la sidrería. Alguno quiso entrar dentro para esconderse pero como no les dejé me dieron con un paraguas». Dañado en la cabeza y también en una mano, celebraba haber tenido los reflejos suficientes como para parar el paraguas con la mano. «Si no la pongo en medio, me desgracia».
Algunos testigos señalaron cómo varios vecinos de la zona llegaron a abrir los portales para dar cobijo a gente que se había visto envuelta en mitad de la batalla entre ultras «porque si no los matan». Además de los heridos se registraron importantes daños materiales. Se destrozaron al menos las lunas de tres vehículos que estaban aparcados en la zona y otro vio cómo le reventaba un neumático después de que alguien lanzara bajo él una bengala encendida. Los radicales también rompieron el cristal de un escaparate de una tienda de cosmética y complementos y el de la puerta del Quiosco Sella. El dueño de este último establecimiento, Manuel Feito señalaba que «cerré en cuanto ví la que se estaba montando y llegué a temer que me quemaran el local. Nunca en la vida ví una batalla como esta».
La calle de Manso, que quedó sembrada de cristales y otros restos de la pelea, estuvo cortada al tráfico durante casi una hora.
La verdad es que el rojiblanco me recuerda al pateti y me da alergia, pero ¡¡animo Ultraboys !!
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