Esta vez una pelea entre inmigrantes suramericanos y egipcios, que se saldó con la muerte por apuñalamiento de uno de los norafricanos, ha sido la excusa para que la comunidad magrebí milanesa protagonizaran violentos altercados en la ciudad.
Si la población local no tiene ya suficiente con el clima de violencia que se vive por la multitud de agresiones entre y por inmigrantes, estos, tras una de ellas, han tomado las calles en una revuelta que se ha saldado con cuantiosos daños y numerosos enfrentamientos tras la “caza del peruano” que han protagonizado los magrebíes de Milán.
Los hechos comenzaron con un enfrentamiento en el autobús en que viajaban dos egipcios y un marfileño y el grupo de suramericanos. Tras continuar la discusión fuera del vehículo, uno de los amerindios acuchilló al egipcio Hamed Mamoud El Fayed Adou, de 19 años de edad, matándolo en el acto.
Tras ello, la comunidad magrebí de la zona buscó venganza destrozando escaparates de los negocios sudamericanos y coches aparcados en todo Milán (especialmente en Via Padua).
Estos hechos producidos en Milán, como los acaecidos hace unos días en Rosarno, son la más contundente respuesta contra los que persisten en la creencia de que la integración multicultural se puede producir por “decreto-ley”.
Italia, como el resto de Europa, está pagando las consecuencias de una política migratoria equivocada, ciega por los beneficios económicos de la explotación laboral, ha obviado las externalidades negativas que la imposición multicultural acarrea para la población local.
El ministro, Roberto Calderoli, de la Lega Nord, ha significado que se aplicará una política de “tolerancia cero” a la población inmigrante que ya está en Italia, para evitar casos como las revueltas de inmigrantes en Francia.
Fuente: Novopress.info
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