La leyenda.
La leyenda de los Nibelungos se ubica en la región de Worms dónde, según otra leyenda se ubica los reyes burgundios que poseían un tesoro arrancado de las aguas del río. En el cielo, moraban los dioses, liderados Odín, en las montañas los gigantes, en las laderas los hombres y en cuevas subterraneas, los Nibelungos, enanos mineros y joyeros.
Un día, en las aguas del Rin, las Ondinas son atacadas por un Nibelungo de nombre Alberich, el cual maldice el amor, única manera de sacar un oro purísimo que protegían las Ondinas y se lo lleva.
Alverich sabe que ese oro puede cumplir el sueño de quien lo posea, por eso manda a hacer un anillo y un yelmo. Se convirtió en Dragón para ir dónde los dioses. Sintió temor entre ellos para ganar confianza. Ellos, cuando Alverich se convirtió en rana, lo atraparon y le quitaron el anillo y el yelmo. Alverick, enojado, gritó que, si maldijo el amor, ahora, el anillo es maldito.
Los dioses decidieron edificar el Walhalla, su castillo en las nubes. Encargaron el trabajo a dos gigantes, Fafner y Fasolt, quienes le prometieton a Freia, la diosa del amor y la más joven de todos. Pero, vieron que sin Freia no serían eternamente jóvenes, así que decidieron darle todo el oro a los gigantes, incluyendo en anillo de Alverick. Cuando decidieron repartir el botín, pelearon, Fafner mató a Fasolt y Fafner fue condenado a la desdicha. Se convirtió en Dragón y su única tarea es defender el oro recibido
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