Traslate

martes, 2 de marzo de 2010

ANÁLISIS DE LA GRABACIÓN DE LA MUERTE DE PALOMINO

  Las imágenes del asesinato de Carlos Palomino en el metro de Madrid, además de ser brutales, echan por tierra la teoría de que el asesino actuó por miedo y en defensa propia… se ve claramente cómo el joven ultraderechista sacó su navaja y se la clavó a Carlos sólo por un comentario.
(Presentadora de La Sexta, es decir, TV, es decir, el Sistema).
 HE AQUÍ EL EJEMPLO PERFECTO DE HIPOCRESÍA Y MANIPULACIÓN ANTINAZI APOYADA POR EL SISTEMA.
 ¡Qué bonito, qué trágico, qué incriminador y qué grandilocuente queda eso de que "le clavó la navaja sólo por un comentario"! ¡Oiga, esto es inaudito e inconcebible!


¡Rasguémonos las vestiduras!

¡Démonos golpes en el pecho como semitas esquizofrénicos!

¡Clamemos a Jehová alzando los brazos!

¡Pongamos los ojos en blanco derramando lagrimitas !

¡Fustiguémonos la espalda como iluminados histéricos!

¡Desmayémonos como señoritas encorsetadas!

¡Quememos a los herejes nancys!

 La presentadora, cuyas palabras proceden de los amos mediáticos cuyas pollas ha mamado diligentemente para llegar a donde está, no menciona que Josué estaba rodeado por 60 antifascistas (ellos y nosotros sabemos lo que significa esto, así que nadie insulte nuestra inteligencia, por favor), que éstos iban armados hasta los dientes, que planeaban lincharlo, que fueron a por él sencillamente por la marca de su sudadera (resulta que los "intolerantes" fueron ellos), y que Josué hizo lo que hizo para no ser cobardemente asesinado.
 Más aun, en el vídeo que pusieron en La Sexta, cortaron la escena en la que Carlos le coge de la ropa a Josué: manipulación barata de toda la vida, para que parezca que Josué le mete la mojada sólo por capricho. A ESO SE LE LLAMA CENSURA.
 Y aun así, señores Medios de Comunicación, políticos, progremierdas, zurdosos y antifas: ¿nos tomáis por imbéciles? TODOS HEMOS VISTO CÓMO ESAS 60 NIÑATAS LOCUELAS SE COMPORTAN COMO UN BATALLÓN DE CONEJITAS PLAYBOY.
 Por otro lado, las horas que aparecen en el vídeo no coinciden, de modo que probablemente deberíamos pensar que esta cinta ha sido cortada y, por tanto, una vez más, manipulada. Con todo, escribo este apartado para sacarle jugo al vídeo tal y como nos lo han presentado.
 Los guarros incurrieron en un acto vil y además en flagrante contradicción con su cacareada "tolerancia": meterse con alguien por su forma de vestir, cuando estás rodeado de 30 colegas y otras docenas aun fuera del vagón. ¡Qué sencillo es! ¡Qué fácil es apalear a un nazi que va solo! O quizás no… ¿Por qué razón asumían que Josué iba a dejarse linchar tranquilamente como un corderito? ¿Acaso eran síndromes de Down profundos? ¿O quizás es cierto eso de que "cree el ladrón que todos son de su condición" y por tanto esperaban que Josué fuese igual de cagao que ellos?
 Sencillamente porque son unas niñatas que no están hechas para la violencia directa cuerpo a cuerpo en igualdad de condiciones, a puño vacío y nudillo limpio. Están hechos para atacar 60 contra uno y tirar cosas desde lejos, eso sí que se les da bien.
 Entraron en el vagón pensando que iban a comer patriota con patatas. Todos le habian visto y esperaban a ver cual era el menos maricón que empezara a zurrarle. Resultó ser San Palomo. Él iba a ser la gloriosa vanguardia antiflex, la chispa que inicia la combustión.
 Pero no fue así. Porque puede parecer brutal decirlo, pero Josué tenía por objetivo defender su vida y, como todo el mundo sabe, la mejor defensa es un buen ataque. Tengo que decir que el patriota tuvo mucha sangre fría y mucho autocontrol, porque hubiera podido perder la olla y liarse a puñaladas con absolutamente todos los guarros, pero no lo hizo. Se limitó a defenderse y no causó más daño del necesario para mantener a raya a los p*tos guarros de mi*rda.
 Y es que hoy como ayer, los antifascistas tiran p’alante sólo en superioridad numérica aplastante… y aun así.

· 0:00 Estamos en la estación de metro de Legazpi, Madrid. Un grupo de porkys avanza por el andén liándola. Calculo que son entre 50 y 60. ¿Por qué tantos antifascistas reunidos? Sencillamente porque hay manifestación de Democracia Nacional, y ya se sabe que en estos momentos, el deber de todo guarro es reventar la manifestación aunque sea legal o, en su defecto, cazar a los "nazis" que van o vienen de la manifestación, cuanto más solos mejor. Mi opinión es que los guarretes iban comunicados con móviles y se encontraban desplegados en varias estaciones de metro. Algún guarro habría visto a Josué en otra estación y habría dado el aviso a los demás para que fuesen a buscarlo, porque es obvio que los guarros saben perfectamente a lo que van. Quien tache todo esto de fantasía paranoica es que obviamente no sabe cómo va el tema. Iban buscando a cualquier tío que llevase en la ropa una bandera de España, o una runa, o un lema, o un grupo de música, que a ellos no les gustase.


· 0:14 Josué ha visto al grupo. Por supuesto, el grupo también ha visto a Josué, porque es lo que andaban buscando. Todo patriota español sabe que en un día de manifestación patriota, los grupos de antifascistas se organizan para intentar cazar nancis que estén solos. Josué sabe lo que hay, pero no tiene intención de lanzarse a una carnicería, sino de proteger su integridad física y salir ileso de la situación.

· 0:17 Josué se saca la navaja. ¿Por qué llevaba la navaja, preguntan los más retardados? Para defenderse. Para proteger su vida en caso de que sea amenazada. ¿Paranoia? Cualquier patriota sabe que, por desgracia, llevar una sudadera Three Stroke es suficiente para quizás verte forzado a defender tu vida en un momento dado. Cualquier patriota sabe también que si es rodeado de 60 antifas, su vida estará seriamente amenazada. Y Josué esto lo tenía más que asumido. De modo que si, por ventura llevaba una navaja para autodefensa o para pelar patatas (no me importa), es perfectamente natural que la saque. Equivale al explorador que va por una jungla y se cruza con una manada de babuinos tarados que no tienen pinta de invitarlo a comer bollycaos. Si tiene una escopeta, ¿no la sacaría, por los Dioses? Un poco de lógica y un poco de sentido común, señores.

· 0:18 Josué bosteza: los guarros le aburren.

· 0:20 Vemos que en el mismo vagón en el que viaja Josué, viaja un tipo con greñas, puede que rastas, y con clara pinta de ser de la esfera izquierdista. No deja de ser curioso que, si según los medios de comunicación "Josué buscaba la confrontación", no buscase la confrontación con este individuo. Si Josué iba buscando bronca, ¿por qué no se mete con este rasta, y en cambio se "enfrenta" inexplicablemente a un grupo de 60 antitaxistas?

· 0:25 El vagón se detiene y los antifascistas empiezan a entrar. Quede claro que se montan porque ven a Josué dentro, y que comienzan a increparlo antes incluso de entrar. 60 antifascistas entrando en un vagón donde hay un nazi que viste una sudadera Three Stroke. Supongo que no pasará nada ¿no? ¿Le darán los buenos días a Josué y tendrán un apasionante debate sobre el cáncer del poder financiero internacional? ¡Ejem-ejem, señores! Atentos al lenguaje corporal de los antifascistas. ¿Vosotros actuáis así cuando cogéis el metro?

· 0:28 Algo le han dicho a Josué, porque ha levantado la cabeza y se ha acercado a la ventana. La gente ha criticado mucho sus gestos de "bravuconería". No es tal. Josué quiere demostrarles que no es una víctima fácil. Quiere demostrarles que está en piloto automático y que no tiene miedo. Quiere demostrarles que, por tanto, no es buena idea que le pongan la mano encima ni provoquen altercado alguno. Y por si no les queda claro, luce su navaja en la mano derecha, más a modo disuasorio que como arma ofensiva. ¿De dónde saco yo esto? De la sencilla observación de que, si Josué hubiese tenido la idea de atacarles, se hubiese liado a puñaladas con el primero en cruzar la puerta del vagón, y no lo hace, precisamente porque él no pensaba atacar a nadie.

· 0:31 Han entrado guarros en la puerta del fondo. Prueba de que iban a por Josué es que nada más entrar, le tienen clavada la mirada y se colocan dándole cara y acercándose a él poco a poco.

· 0:32 En la puerta de Josué entra el primer guarro, con una gorra blanca. Tiene un lenguaje corporal agresivo y chulesco, aunque la muy maricona no tarda en volver su cabeza para ver si le siguen sus 59 amiguitas. Es que pegarse él solo contra un nazi no era parte del solidario y fraternal contrato antifascista. El contrato era pegar muchas hostias y no recibir ninguna, por eso él lo firmó.

Siguen entrando guarros y, curiosamente, todos se colocan entorno a Josué. Ninguno se va al fondo del vagón, ninguno se va a otro lugar a mirar por la ventana, ninguno saca un libro para leer, ni un MP3 para escuchar los escupitajos de Non Servium, ni el móvil para hablar con la parienta… no hay nada en su lenguaje corporal que sugiera que en modo alguno estaban preparando un altercado y que pasaban de Josué. Antes bien, su modo de colocarse parece un círculo de hienas a punto de abatir a una presa solitaria que consideran indefensa.

· 0:35 Josué se queda apoyado al lado de la entrada. Su intención, seguramente, es dejarlos pasar a todos y luego salir él… quizás con suerte pasarán de seguirlo si lleva navaja y la enseña y no aparta su vista de ellos.

· 0:37 Entra un guarro con gorra pondiéndose un puño americano —o según los izquierdosos, crujiéndose los dedos y frotándose las manos— quedándose después mirando al patriota de brazos cruzados (obviamente hace frío).

· 0:40 Otro guarro, con una pinta de niñato pijo de mi*rda que no puede con ella el pobre, entra en el vagón, y se coloca al lado de Josué. Lleva dos objetos en las manos, y no sé por qué tengo la sensación de que no son sendas cajas de chicles para el aliento. Se queda mirando la navaja de Josué y el muy cagao tarda bien poco en desaparecer de la escena. Eso sí, no se le ocurre decirles a sus compañeras "no os acerquéis a este tío que tiene una navaja; será mejor que nos vayamos a beber calimotxo y romper cajeros como los héroes borrokas que tan dura nos la ponen".

· 0:41 Más al fondo, al lado de la barra, hay dos guarros que se están arremangando misteriosamente (…¿no habíamos quedado en que hacía frío?).

Siguen entrando más cantinflas. Todos los 60 antifas le están clavando la mirada a Josué. Cualquier observador con un mínimo de destreza puede imaginarse que en estos momentos se respira una tensión del copón… y toda esa tensión recae sobre Josué que, no obstante, tiene el suficiente control y la suficiente sangre fría como para no liarse a puñaladas con todos los guarros que le rodean para ponerlos en fuga, a pesar de que sabe perfectamente que quieren su cabeza.

· 0:50 Acaba de hacer su aparición la señorita superstar de esta superproducción: Carlos Javier Palomino, también conocido como "El Pollo" o "San Pollo Palomo". Justo en este momento, Josué intenta abandonar el vagón, pero el Pollo, muy inteligente él, le corta el paso con su brazo derecho y le sonríe imbécilmente con su feo careto. Detrás de él llegan unos tíos que, cualquier avezado lo ve, están a puntito de empezar a liarla.

· 0:51 Carlos Palomo le coge la sudadera a Josué con evidentes ademanes provocativos, prepotentes e intimidatorios (es muy fácil cuando estás rodeado de 59 conejitas playboy que te "apoyan"). El Pollo le dice algo a Josué (rodeado de 50 colegas, habría que llamarlo "Gallina" y no Pollo). ¿Qué le dice? No lo sé. Si fuese un diálogo entre dos estudiantes, probablemente estarían hablando del tiempo o de lo buena que está su novia. Pero cuando es un diálogo entre antifa y nazi, seguro que no hablan de la actualidad política ni de los bollycaos. El Pollo seguramente le diría algo así como "¿Qué cojones es esto?", "Quítate la sudadera" o "Vaya vaya, tíos mirad, éste lleva una Three Stroke… ¿no serás nazi nooooo?, jour jour jour". DESPERTAD JODER: la ideología de la "víctima" y de sus 59 bailarinas consistía exclusivamente en AGREDIR NAZIS cobardemente y en superioridad numérica; fin, no hay más.

· 0:52 Tras la primera provocación de Carlos, la rubia (t.e.ñ.i.d.a., menuda p*ta mi*rda de "antisistema" pinchada en un palo la gitana zurdosa intentando parecerse a las pijas americanas a las que tanto critica, vete a mamar pollas, zorra de útero podrido, que p’a otra cosa no sirves) de abajo a la izquierda ha mirado al fondo y ha dado la señal de la gresca. Escupe a Josué. Muy valiente ella, respaldada por su intocable condición femenina y por sus 59 cagaos que intentan ir de warriors por la vida. Josué ni puto caso a la putilla del tres al cuarto, como si no existiese: él no apuñala a mujeres. Ni siquiera las abofetea, ni las escupe —por mucho que esta guarra, cuya cara vemos perfectamente, no sea una mujer, sino una despreciable ramera de barrio de mierda que merece ser violada sin piedad por algún cazurro apestoso y cejijunto. [1]

· 0:52 En este momento, los instintos de supervivencia de Josué decidieron que es mejor que su madre le traiga bombones a la celda que no claveles al cementerio. Le da una puñalada a Carlos en el corazón y lo expulsa del vagón. Sin embargo, no se lía a puñaladas con todo Cristo. Su intención no era provocar una masacre, sino salvaguardar su integridad física. En vez de apuñalar a cuanto guarro caiga en sus manos, Josué echa del vagón a Carlos, que morirá poco después a consecuencia de la puñalada.
 Muchos sabihondos que obviamente no han soltado ni recibido un puño en toda su vida, han dicho que Josué mató sin mediar provocación. Yo les digo: no escucháis provocación porque la grabación no tiene sonido, tontolavas. Así que lerdos, dejad de intentar subir el volumen del Tube y de vuestros altavoces porque no conseguiréis nada, y atended un poco al lenguaje corporal de la gente implicada.
 Quiero que todo el mundo preste atención al guarro de gorra blanca y cara tapada (¿hace frío otra vez?) tanto antes como después de la puñalada. Quiero que la peña vea cómo sus aires de Rambo se desvanecen en nerviosos temblores (hasta el punto que se sube a los asientos del vagón, histérica como las pijas en las rebajas) cuando ve cómo el acero de Josué atraviesa las costillas de San Pollo mandándolo al otro mundo.


· 1:14 Carlos, aun vivo, es arrojado fuera del vagón doliéndose del pecho. Creo que me imagino qué es lo que piensa en estos momentos: "Me creía intocable con mis 60 «amigos» y ahora miradme. ¿Quién coño me mandaría meterme con un nazi que estaba tan tranquilo en el vagón?"

· 1:22 Todo el mundo sale de los vagones. No hace falta que nadie lo diga, está en el aire electrizado: se ha liado una gorda.

· 1:36 Josué levanta el brazo derecho en saludo nazi. "No sois bienvenidos en este vagón, no provoquéis otra muerte innecesaria".

· 1:46 Entra un guarrete en el vagón. En su mano derecha lleva, nada más y nada menos que… un letal tetra-brik de BioFrutas Pascual®, con todas las vitaminas de la fruta y con todo el calcio de la leche. Su mamá le dijo que le ayudaría a ponerse fuerte, lo que no le dijo es que servía para "combatir al Fascismo". Esta mortífera arma utilizada (siempre a una distancia de 10 metros, no vaya a ser que la navaja de Josué aumente de longitud por arte de magia ocultista nazi) con las tácticas antifascistas de la kale-borroka, causa efectos devastadores en la espalda de Josué, pero éste logra sobrevivir.

· 1:52 El sharperro con cuello de borrego (qué adecuado) escupe valientemente a Josué… a 10 metros (estúpidos y cobardes cagaos). Sabe que uno de los perdigones quizás acabe estrellándose contra los cordones de las deportivas de Josué, contribuyendo a la noble causa antiflash.

· 2:19 Después de tanto escuchar Non Servium, el periódico de un anciano es suficiente para aplacar el fogoso y combativo ímpetu libertario de este joven guerrero callejero antifascista.

· 2:39 El warrior del asfalto entra valientemente en la caverna del dragón… pero se escaquea sigilosamente por la otra entrada cuando ve que el vil fascista va hacia él. La actitud furtiva y cobarde de los antifas es realmente despreciable y cómica a la vez.

· 2:55 El más valiente (o más bien el menos cagao) de todos los guarros con diferencia, una conejita de cazadora roja y blanca le viene detrás a Josué acechándole por detrás en plan marica total como la pantera rosa. Aprovechando un momento en el que Josué está ocupado poniendo en fuga a unas cuantas princesitas, la pantera rosa le agrede cobardemente por la espalda. Josué le da una puñalada en el pecho que le atraviesa el pulmón y lo dejará gravemente herido.

· 3:10 Josué hace retroceder a otro puñado de gloriosos héroes antiflex. Uno de ellos está tan sumamente cagado que se ha quedado paralizado, y juraría que veo algo húmedo pringar su entrepierna. Quiero que la peña atienda a la puerta del vagón, a la derecha. Este guarro, de negro, está dándole vueltas a unos nunchakus, que utiliza para golpear a Josué —que se protege con el antebrazo. Eso para quien diga que las guarras iban desarmadas e indefensas cual cervatillas de la pradera.

· 3:26 Copiando a sus héroes batasunis de Vascongadas, un guarro ha tirado un extintor dentro del vagón. Aprovechando la confusión, Josué escapa.

· 3:27 Atentos porque estamos a punto de ver la repelente esencia del antifascismo en todo su apestoso esplendor: TODOS LOS 60 ahora persiguen a Josué. Si a través de 3:28 y 3:29 avanzáis dándole toques al "pause", veréis que el primer antifa, de cazadora parda, lleva unos nunchakus. Obviamente, sólo es para hacerle una demostración de destreza ninja a Josué y no tiene intención alguna de hacerle daño (o al menos eso nos harían creer los medios de comunicación, sin demasiado éxito por cierto).
 Ya hemos visto que los guarros no paran de tirarle basurilla desde lejos como las putillas, y que Josué no se corta en devolvérsela con todo el cariño.

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